La Charito

Como su nombre lo dice, este es un personaje muy pintoresco dentro del amplio repertorio de locas limeñas.
Todas sus características provienen del género femenino: ella es exactamente igual a su contraparte mujer. El préstamo forzado de este nombre se debe a los muchos años más de evolución conceptual que la Charito fémina tiene frente a su contraparte casifémina. La Charito mujer viene existiendo desde tiempos inmemorables en esos sectores bajos wannabe de la sociedad peruana, estando siempre dispuesta a quitarle el marido a cualquier señora de sociedad o a terminar siendo la querida de por vida.
Pero desde la liberación de las locas limeñas en los años noventa, el género Charito empezó a ser adoptado por las loquitas descendientes de este tipo de tradición femenina. Es aquí donde se convirtió en una burbuja en crecimiento que no conoce límites.
La Charito proviene de un hogar clasemediero low, de esos que no tienen casa de playa y hacen sus compras en Metro; un hogar en donde cultivó siempre una envidia generalizada a la regiez al no haber tenido ese viaje a Disney que todo niño normal tiene antes de los 8 años. Vive en zonas paupérrimas de la capital, como San Miguel, Magdalena, Pueblo Libre, y Las Viñas en La Molina, por lo general siempre tiene amigos "del barrio" y se esfuerza por aparentar que vive en "Miraflores".
Por cosas del destino sacó esos únicos genes de mezclas generacionales pasadas que le permiten ser simpaticona, teniendo algún ojito verde o apellido italiano. Esta gracia la hizo siempre ser la más bonita de sus hermanos, sus primos, sus primas y sus horribles amigas "del barrio".
La Charito fue a un colegio de esos que te dan miedo, inspiran respeto, o te dan risa, como el Liceo Naval, el Humboldt, el Quiñones o los Reyes Rojos, en donde siempre fue una alumna destacada. Ella siempre se sintió superior a todo el resto de lorchos limeños, únicamente por el hecho de haber ido a uno de esos lugares. Esta conclusión la llevó desde muy pequeña a prefeccionar una de sus más grandes características: cholear a los cholos siendo chola.
Otro elemento clásico de la Charito es la eterna valoración de la virginidad, la cual la lleva a negar hasta la tumba cualquier desliz de putez. La Charito siempre va a decir que es virgen, aún así esté cerca a los treinta y se haya comido más kilómetros de verga que esta señorita. Su principal caballo de batalla es la eterna negación de haberse cabalgado a tanto hombre casado y en el closet como pudo.
Por otra parte, la Charito siempre va a decir que muere por el arte: es común que sea adicta a las películas de Almodovar y que tenga el último disco de Coldplay sonando fuerte en su desktop nacional (sí, coldplay y desktop), pero la verdad es que nunca pisó el Segura, y jamás podrá distinguir las diferencias entre el Museo del Prado y el de la Nación.
Otra regla básica en toda Charito es tener amigas impresentables. Bien se dice que el nivel de regiez de un chico gay se mide por el nivel de regiez de sus amigas straight. En este caso, la Charito tiene todo un enjambre de gordas marrones que la idolatran y a la que secretamente aman con lujuria, y siempre tratan de ahuyentar por lo bajo a cualquier especímen que quiera entablar relación con su amiga.
Es típico de una Charito usar palabras como "placer", "harto", "picantito", "bebito", "combi", "ace", "cabello", "miamor", "Miami" y "Chiclayo", por lo general "entiende" inglés pero no lo habla y siempre tiene parentela en Japón, Estados Unidos o España, países a los cuales "añora visitar" aunque por lo general no tenga ni pasaporte (peruano).
La Charito buscará siempre al amor de su vida, pero todos los complejos que arrastra nunca le permitirán ser del todo feliz.